Le podríamos preguntar a alguna persona sobreviviente de cáncer de mama si identifica el padecimiento de su enfermedad con el color rosa. Es probable que su respuesta sea negativa. Un camino lleno de incertidumbre, miedos, dolores, altibajos, procesos, pérdidas… ¿Puede ser rosa?
Para nadie es un secreto que el cáncer en todos sus tipos sigue siendo una enfermedad que cada vez acecha más, sin embargo ¿existe una verdadera concienciación acerca de esta lucha?
Lo que vemos cada octubre: vitrinas rosas, medios, redes sociales e infinidades de marcas que crean alianzas con asociaciones no gubernamentales que procuran recaudar fondos para apoyar la investigación global, financiar subvenciones médicas, educación y estudios.
Los lazos van acompañados de mensajes cargados de positivismo y de alegría con el que se intenta concienciar sobre este mal, pero quienes han padecido dicha enfermedad no lo ven así… no lo viven así. El cáncer no es sinónimo de alegría. No es bonito, al menos para quien lo padece, porque no siempre se está bien.
Puede que con las campañas del pinkwashing en la que nos vemos sumergidos cada año se frivolice una lucha difícil, que requiere mostrar la verdadera cara del cáncer para que las mujeres y la sociedad en sí se preocupen por tal enfermedad. Normalizar la realidad de quien lo vive. Sin tabúes… sin más.
Existen activistas sobrevivientes al cáncer de mama que hablan sin complejos e incluso tienen proyectos que buscan sensibilizar con un mensaje contundente la realidad de esta enfermedad; además se convierten en personas que influyen a quienes están atravesando por esta situación.
Por ejemplo, ideas como las que propone Idoia Miranda, una sobreviviente al cáncer de mama que se planteó la Lola, un sujetador para las mujeres que solo tienen un seno (www.sujetadorlola.es), mostrando así, de una manera frontal su nueva vida y lo normal que es tener un solo pecho. Esto no es rosa, es la realidad pura y dura.
El cáncer de mama va más allá de todo lo que involucra la comercialización del movimiento rosé. Con el pasar de los años han nacido asociaciones solidarias, grupos activistas que no comparten el significado del día rosa y no sólo por el carácter marketiniano que le dá, sino porque la realidad queda tras bastidores.
En España, aseguramos que cada día se trabaja en la investigación y en proyectos que buscan tratar esta enfermedad. La Asociación Española contra el Cáncer, indica que 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama en España y que gracias a los procesos de investigación y diagnóstico la supervivencia es de un 85%.
Campañas hay muchas y todas giran en torno al rosa. El merchandising sigue siendo atractivo para las personas que buscan sumarse para que esta enfermedad en algún momento no cobre más vidas. No dejes de documentarte sobre este tema, recuerda que el cáncer de mama puede afectar a cualquier mujer.
En este espacio seguimos promoviendo el bienestar y nuestro mensaje para ti es que no esperes un 19 de octubre para recordarte que deberías en algún momento hacerte una mamografía, mum.
Tocarte, es parte de vivir.
Francelys Velásquez, Periodista y Colaboradora de Contenidos para Muments.
France es profesional de la comunicaciòn curiosa del diseño , el branding y la cosmética profesional. A raíz de la maternidad, crea su proyecto personal Quierete Mami, un espacio dedicado al bienestar físico y emocional de la mujer.
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